Conviértete en un experto en EMPATÍA




La discapacidad nos puede tocar. Todos, en algún momento, enfrentaremos limitaciones, ya sea por un accidente, una enfermedad, o simplemente por el paso del tiempo. 


Equipo de periodismo escolar del Colegio Alemán-Santa Cruz


👋 Seguro que alguna vez has visto a alguien en silla de ruedas, con muletas, o a un abuelo con dificultad para caminar, y has pensado: "pobre persona, qué difícil debe ser su vida". Y sí, la vida a veces nos pone desafíos, pero ¿y si te digo que la empatía que sentimos por ellos es en realidad un reflejo de algo que todos, en algún momento, vamos a experimentar? Y no, no es una idea loca, es la pura verdad.

Deberías leer un texto que te puede hacer reflexionar. Habla de cómo la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que casi todos nosotros, en algún punto de nuestra vida, vamos a tener algún tipo de discapacidad. Puede ser algo temporal, como cuando te rompes un pie y tienes que usar muletas, o algo permanente, como una enfermedad crónica o la pérdida de un sentido. Y no olvidemos el paso del tiempo, porque la vejez, amigos, trae consigo sus propios achaques y limitaciones. 👵👴

Un viaje a la empatía: una pierna rota y un cambio de chip


Te puede pasar en cualquier momento, como el que juega fútbol y se esguinza un tobillo. No hablamos de una fractura, pero se debe usar una bota ortopédica y una muleta por un par de semanas. De repente, las cosas más simples se vuelven una odisea: subir las escaleras, caminar por el pasillo del colegio, o incluso ir al baño. Te das cuenta de lo complicado que es para alguien con movilidad reducida moverse en un mundo que no está diseñado para ellos. Esa experiencia te abre los ojos y entiendes que la discapacidad no es algo ajeno, que le pasa a "los otros". Es una condición humana que le puede tocar a cualquiera.

Y es que, según el texto, la discapacidad no es un defecto de la persona, sino el resultado de la interacción entre una condición de salud y las barreras que la sociedad pone. ¿A que te suena más lógico? No es que una persona con silla de ruedas sea "discapacitada", es que la falta de rampas o ascensores la "discapacita" para usar un edificio.




¿Qué es la discapacidad realmente? 🤔


En el pasado, la gente pensaba en la discapacidad como un "defecto". El modelo médico la veía como algo que había que curar o eliminar. Pero gracias a los avances en derechos humanos, ahora usamos un enfoque mucho más humano: el modelo social. Este modelo nos enseña que el problema no es la persona, sino el entorno. La solución no es "curar" al individuo, sino eliminar las barreras (físicas, sociales, de actitud) para que todos tengamos las mismas oportunidades. ¡Así es como debería ser!

Existen muchos tipos de discapacidad. No es solo "no poder caminar". El texto nos cuenta sobre seis tipos principales:

  • Sensorial visual: para personas ciegas o con visión reducida. (Piénsalo: ¿cuántas veces hemos usado un software que no tiene opción de audio o un video sin descripción?)

  • Sensorial auditiva: para personas sordas o con audición reducida. (Un ejemplo muy claro son los videos de YouTube sin subtítulos).

  • Motriz o física: para quienes tienen dificultades para moverse. (Las famosas escaleras sin rampa).

  • Intelectual: para quienes tienen limitaciones cognitivas. (Como la infantilización de adultos con Síndrome de Down).

  • Psicosocial: asociada a enfermedades mentales y el estigma que las rodea. (Muchos de estos problemas son "invisibles", lo que los hace aún más difíciles de tratar).

  • Múltiple: la combinación de dos o más discapacidades.

Es importante saber esto, porque cada una tiene sus propias barreras y necesidades. Entenderlas nos hace más solidarios y nos permite ser parte de la solución.

¿Por qué la empatía es el superpoder que necesitamos?


La empatía, la habilidad de ponernos en los zapatos de otros, no es solo un sentimiento bonito. Es una herramienta poderosa que nos convierte en agentes de cambio. Si entendemos que la discapacidad es una condición universal, nos damos cuenta de que ayudar a otros es, en esencia, ayudarnos a nosotros mismos. Es como una inversión en nuestro futuro o en el de alguien que amamos.

¿Cómo podemos desarrollar este superpoder y ayudar de verdad?




  1. Reconoce tus propias "discapacidades" temporales: Piensa en las veces que has estado enfermo, con gripe, y no pudiste ir a la escuela. O cuando tuviste que llevar yeso y no podías correr. Esos momentos te dan una pequeña idea de lo que es enfrentar limitaciones. Usar esas experiencias para entender mejor a los demás es el primer paso. ¡No te sientas mal por pedir ayuda cuando lo necesites!

  2. Sé un amigo, no un salvador: A nadie le gusta que lo traten como si fuera de cristal. Una persona con discapacidad no necesita lástima; necesita respeto y que se le trate como a un igual. Pregúntale si necesita ayuda antes de asumir que sí. No lo trates como si fuera un niño.

  3. Aprende el lenguaje correcto: ¡Las palabras importan! No uses términos como "minusválido" o "discapacitado" (como sustantivo). La forma correcta de referirse a alguien es "persona con discapacidad". La persona va primero. Y evita los comentarios condescendientes como "qué valiente eres" por el simple hecho de vivir su vida.

  4. Hazte visible, pero no el protagonista: Si ves una situación en la que puedes ayudar (por ejemplo, sostener una puerta para alguien en silla de ruedas), hazlo discretamente y sin esperar un aplauso. La meta es hacer un mundo más accesible, no ser el héroe del día.

  5. Comparte información y edúcate: Aprende que existen grados de discapacidad que van del 1 (nula) al 5 (muy grave), o que un certificado de discapacidad te abre la puerta a muchos beneficios. Saber estas cosas nos hace más conscientes y capaces de derribar prejuicios.

  6. Sé un "super-anfitrión": Si tienes una fiesta, ¿piensas en si alguien con silla de ruedas podrá usar tu baño? Si organizas un evento, ¿te aseguras de que haya subtítulos para el video que mostrarán? Pequeños detalles como estos hacen una gran diferencia.

  7. Escucha de verdad: Si tienes amigos o conocidos con alguna discapacidad, pregúntales qué barreras enfrentan. No asumas que sabes lo que necesitan. Sus experiencias son la mejor guía para que puedas ser un aliado genuino.

En un mundo donde la OMS nos dice que el 16% de la población mundial tiene alguna discapacidad, es vital que todos nos volvamos expertos en empatía. Si nos damos cuenta de que la discapacidad es una parte de la condición humana, y que el problema no es la persona sino el entorno, podemos empezar a construir un mundo más inclusivo. Un mundo sin barreras para nadie, y en el que todos podamos participar plenamente.

Así que, la próxima vez que veas a alguien con una limitación, en lugar de sentir lástima, siéntete identificado. Piensa en el futuro y en el presente, porque la tolerancia y la solidaridad que mostramos hoy son la red de apoyo que mañana podríamos necesitar. ¿Qué otra cosa se te ocurre que podamos hacer para ser más solidarios y crear un mundo mejor para todos? 🌍❤️

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